Cine. Docencia.

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lunes, 7 de septiembre de 2015

Las batallas de José Emilio Pacheco en el cine y la música.


Existen muchos escritores latinoamericanos, los cuales por medio de su pensamiento, han influido de manera importante en el cine, ya sea como escritores del guión, adaptando la historia de algún compañero/colega o adaptación de alguna de sus novelas más célebres y recordadas.

Entiendo que este blog está dedicado específicamente a lo que es el cine con relación a la docencia. Pero recientemente tuve la oportunidad de escribir este artículo para una revista cultural del estado de Tlaxcala, sin suerte alguna para publicarlo. Así es que aprovecho este blog, para seguir presente en la investigación y crítica cinematográfica.

Como ejemplo de la relación cine–literatura, tenemos bastantes escritores. Sólo por mencionar a algunos de ellos, tenemos el ejemplo del colombiano Gabriel García Márquez el cual no sólo ha sido actor, sino que ha ayudado en el cine como creador de fondos para futuros cineastas, ha escrito cine (y de cine) y lo más importante, al menos nueve de sus novelas/cuentos que han formado parte del colectivo imaginario, se han visto proyectadas y adaptadas en cine. En el caso del peruano Mario Vargas Llosa, éste ha participado como actor, escritor y director de cine, además de que muchas de sus novelas han sido adaptadas al cine por directores importantes como Jorge Fons. [1]

Respecto al novelista, poeta, cuentista mexicano (sólo por mencionar algunas de sus aptitudes y habilidades con las letras), José Emilio Pacheco (1939–2014) tuvo un mayor impacto sobre todas estas ideas y esculturas imaginativas, para formar parte de nuestro colectivo nacional al extremo de que sus conceptos y escritos incursionaran en otras áreas artísticas como el cine y/o la música. Pese a ser un escritor en la cual su obra no fue tan prolífera en el cine, como la de García Márquez o Llosa, la referencia de este artículo es respecto a una de sus principales novelas representadas en el cine mexicano y su relación extendida más allá de la misma historia, con la música del rock mexicano: Las batallas en el desierto.

Su primera incursión en el cine, es de la mano con Arturo Ripstein en 1972 en la película llamada El castillo de la pureza con Rita Macedo, Claudio Brook, Diana Bracho y María Rojo. Fue el responsable del guión de la película (en colaboración con Ripstein), en la cual se dice, la historia esta basada en hechos reales en la década de 1950 en México y que inspiraron al escritor Luis Spota a escribir La carcajada del gato.
La historia de dicho film, es acerca de un personaje que se convence que el mundo exterior es dañino principalmente para su familia y por esta razón decide mantenerlos encerrados a su esposa y tres hijos adolescentes (concentrando la trama principalmente, en los tres adolescentes encerrados).
José Emilio Pacheco continuó formando su carrera de escritor y es en 1981 que publica su novela más famosa: Las batallas en el desierto. La lectura de esta historia nos remonta al año de 1950 en la colonia Roma, dejándonos en claro situaciones económicas, sociales y políticas importantes y características del país en esta década, la cual corresponde al sexenio de Miguel Alemán. [2]

Al ser escrita y narrada en primera persona, nos ocasiona que nos identifiquemos con los pensamientos y recuerdos del personaje principal de nueve años llamado Carlos y sus sentimientos por Mariana, quien fuera la madre de su mejor amigo Jim.
El término de “las batallas en el desierto” se refiere a las guerras ocurridas para lograr la conformación del estado de Israel en 1948 y cómo es que en el recreo, jugaban los niños, simulando la guerra pero con comida en la escuela de Carlos y Jim (juego en el cual, a ellos no les gustaba participar).

“Oye Carlos… porque tuviste… que salirte de la escuela esta mañana…
Oye Carlos, porque tuviste… que decirle que la amabas a Mariana…”

Es en el año de 1987 que dicha historia es adaptada para cine, por uno de los mejores amigos y compañero de generación de escritores: Vicente Leñero.[3] La película es dirigida por Alberto Isaac y protagonizada por los hermanos Quiroz,[4]Pedro Armendáriz Jr, Aarón Hernán.
La película es de las referencias culturales y artísticas sobresalientes del cine mexicano durante de la década de 1980. Fue ganadora de 8 premios Ariel de la Academia de Cine en México.

La actuación de Luis Mario Quiroz en la imagen de un niño tierno aprendiendo a vivir en una sociedad hipócrita y que se moderniza, es convincente. Los aspectos visuales (escenográficos, ambientales) que se manejan en la película, son buenas referencias históricas ya que no solo nos muestra una Cd. de México en la década de 1950, también se muestran imágenes de un México en recuperación después del terremoto de 1985.
Si bien, la eterna discusión de muchos respecto a la adaptación de libros, es si la visión del director logra ser fiel al libro. La película se toma ciertas libertades de interpretación para reforzar la novela escrita, pero la sensación final, el sentimiento con el que uno termina al ver el film, es importante, es el de nostalgia, memoria/olvido.

Como espectadores, la historia nos deja un recuerdo por nuestro primer amor, ese amor inocente, ese amor que nos hace madurar. Nos enfrenta a recuerdos familiares de la niñez, a la relación que tuvimos con nuestros hermanos y el ejemplo e influencia de nuestros padres. Nos hace reflexionar respecto a los valores sociales y morales (doble moral) que continúan vigentes debido a los intereses de muchos. Por último, nos deja un sentimiento por la visión de una Ciudad de México que aún no llega, que políticamente sigue incorrecto, las clases altas y sus lujos, tal como hablaba e idealizaba el profesor de Carlos y Jim, el profesor Mondragón: “en 1980, tendremos ciudades mejores”.

“Por hondo que sea el mar profundo” Nombre del Capítulo V de la novela.

Una característica importante de esta historia, es el momento en el que Carlitos proyecta e identifica su amor con una canción que escucha en la radio; este fragmento es el coro de un bolero puertorriqueño llamado Obsesión, escrito por Pedro Flores (1894–1979).

Sin embargo, que sucede cuando la historia trasciende el colectivo imaginario complementándose con otras fronteras artísticas? De manera contemporánea, podemos escuchar este coro, con el grupo de rock mexicano Café Tacuba, en la canción “Las batallas”, que aparece en el álbum debut de dicho grupo en 1992. La letra de la canción es justo un homenaje al libro, escrito por el bajista del grupo: Enrique Rangel.

El disco salió en 1992, pero anteriormente, el grupo tuvo la oportunidad de cantar la canción en vivo en 1989, año en el que le dieron vida al Café Tacuba.
Pese a que los integrantes del grupo, nunca pudieron conocer al escritor, en septiembre de 2010, José Emilio Pacheco tuvo la oportunidad de agradecerles diciendo:

“Me gusta mucho y estoy muy agradecido,
porque no tienen ni idea de la cantidad de personas que,
 gracias a Café Tacuba, han leído mi libro”

Es lo bello del arte, cuando en sus distintas manifestaciones artísticas, pueden conjuntarse todas en solo una para formar una ideología mas completa para nuestros sentidos.
Espero que con el escrito, usted estimado lector, tenga dos oportunidades:
La primera es, que si usted ya leyó el libro, quizás recuerde todo lo provocado con la historia y vuelva a leerlo escuchando como música de fondo el particular tono de voz del vocalista del Café Tacuba, recordando sus sentimientos del primer amor.
La segunda, en caso de haber leído el libro, tenga la oportunidad de tomarse un momento para reflexionar y sentir la historia.


Les dejo el enlace de la película completa en línea




Referencias:

- CERPA, Juan Manuel. Acercamiento analítico a la identidad y la marginación a través del padre y la madre de Carlitos en Las batallas en el desierto, de José Emilio PachecoTesis, Universidad de Guadalajara, 2010.

- PACHECO, José Emilio. Las batallas en el desierto. México. Ed. ERA. 2001.

- El ojo que piensa

- Publicación de La Jornada. Miércoles 29 de enero de 2014. P. 9.
“Café Tacuba agradece a José Emilio Pacheco haberles inspirado canción”

- Disco Café Tacuba:
Café Tacvba. Warner Music. Julio de 1992.

- Película:
Mariana, Mariana. Dir. Alberto Isaac. 1986.
Guión: Vicente Leñero.
Con: Elizabeth Aguilar, Pedro Armendáriz Jr., Sabi Kamalich, Gerardo y Luis Mario Quiroz.




[1] García Márquez, libros adaptados: Crónica de una muerte anunciada (1987), El coronel no tiene quien le escriba (1999), El amor en los tiempos de cólera (2007), Del amor y otros demonios (2009), Memorias de mis putas tristes (2012). Vargas Llosa, libros adaptados: Los cachorros (1972), La ciudad y los perros (1985), La tía Julia y el escribidor (Tune in Tomorrow. 1990), Pantaleón y las visitadoras (1999) y recientemente La fiesta del chivo (2005).
[2] El sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés, fue de 1946 a 1952. No solo fue conocido por conceder el voto a la mujer, sino por ser amable con los estadounidenses y permitir la inversión de capital en el país como un  proyecto de modernización sacando de esta manera a los inversionistas nacionales (razón por la cual se le conocía como “Mister amigo”).
[3] Los famosos intelectuales y escritores: Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Sergio Galindo, Salvador Elizondo y Vicente Leñero, fueron compañeros de la misma generación de Jose Emilio Pacheco. La generación fue conocida como “Generación de los 50” o “niños de la guerra”. Dicha generación se caracteriza por la denuncia de las injusticias sociales, publicar en torno a los años 1950 y ser considerados los “hijos” de la Guerra Civil española.
[4] Luis Mario y Gerardo Quiroz; para que los ubique bien, los hijos de César Costa en “Papá soltero”.

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